Cada vez son más las consultas dirigidas a sintomatología de malestar digestivo. La sensación de hinchazón abdominal, malas digestiones, digestiones lentas, tránsito intestinal lento, estreñimiento, gases y sensación de pesadez, cada vez son sí
ntomas más frecuentes en nuestra consulta. Lo preocupante es que nos estamos dando cuenta que para toda esta sintomatología no hay edad. Todos estos síntomas, en muchas ocasiones, causan trastornos alimentarios como aumentar la ingesta de forma descontrolada o todo lo contrario, comer menos causando un déficit nutricional en nuestra dieta. En definitiva, se adoptan malas prácticas alimentarias.
Toda esta afectación en nuestro bienestar los estamos atribuyendo al llevar unos malos hábitos alimentarios, a intolerancias alimentarias, a nuestro estrés y ansiedad diaria y en comer en exceso y/o comer demasiado deprisa. ¿Porque no ponemos remedio?
Este colectivo de personas es necesario dediquen un pequeño tiempo a valorar su estado de salud y pongan remedio a todo este malestar general, se encontraran mucho mejor y conseguirán un orden en su vida diaria.
Destacamos unos consejos básicos para mejorar algunas de las sintomatologías nombradas:
– Practicar ejercicio físico de forma diaria, en la medida de lo posible (1h es un tiempo adecuado)
– Reducir los azúcares y carne roja de nuestra diet
– Aumentar el consumo de fibra
– En muchas ocasiones, se requiere de suplementación natural como: enzimas digestivas, probioticos, …
Para resolver este trastorno digestivo, siempre es aconsejable se dirijan a su nutricionista. Es importante reciban una buena educación nutricional.
La sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE), el martes 12 de julio de 2011 presento los resultados de una encuesta en 5 ciudades para saber cuántas mujeres padecen trastornos digestivos. Se centraron básicamente en mujeres ya que, este trastorno funcional principalmente les afecta a ellas. Siete de cada diez de las 600 encuestadas dijeron que padecían algunos de los síntomas de malestar digestivo.
Los resultados obtenidos fueron:
– 74% lo atribuyó a malos hábitos (incluido comer en exceso o hacerlo rápido)
– 22% lo responsabilizó al estrés y nerviosismo cuotidiano
– 18% a no poder ir al baño cuando/como uno quiere (motivos de trabajo, ejemplo: cajera de supermercado)
Si somos conscientes de todo ello, ¿porque no dejamos que un nutricionista nos guie con unas pautas alimentarias equilibradas y saludables?
